jueves, 8 de octubre de 2009

La bajada del precio de la vivienda

Siempre he querido tener un piso en el centro, pero nunca he tenido el valor de meterme en la hipoteca, por que no me salían los números. Cuando me quise dar cuenta estábamos inmersos en una burbuja inmobiliaria, lo cual implicó que los pisos duplicaron o triplicaron su precio en muy poco tiempo. No se si fue por la codicia de los constructores, la de los promotores inmobiliarios, la de los propietarios, la de los dueños de los solares o la de los ayuntamientos o la de todos a la vez, pero cada promoción de vivienda nueva que se iniciaba costaba un 30% más que la anterior. Rápidamente esta burbuja se fue extendiendo del centro de mi ciudad hasta las ciudades dormitorio de su alrededor. No obstante, por un importe que no llegó a la cuarta parte del precio de un piso en la ciudad pude comprar un piso a escasos 20 kilómetros del centro.

Yo esperaba que ahora en estos tiempos de crisis tendría la oportunidad de comprar un buen piso, céntrico y con plaza de garaje a buen precio, pero me doy cuenta de que la vivienda en España sigue teniendo precios desorbitados, para mi, comprar un apartamento al precio de hace 5 años no supone ningún chollo, pues hace 5 años los precios ya estaban inflados. Comprarlo con regalo de un ordenador de 500 € o un viaje de 1.500 €, tampoco.

Y si esto es así y hay miles de pisos por vender ¿Por qué no se adapta la oferta a la demanda y bajan los precios? ¿De quien son esos pisos? Ese es el quid de la cuestión. Los inmuebles en gran número están reflejados en los balances de los bancos y cajas a valor de tasación del momento de adquisición. Otros están en manos de grandes compañías o propietarios particulares que pueden aguantar sin vender o no lo necesitan. Dado que el valor de dichos inmuebles permanece estable en sus balances, los bancos pueden seguir declarando grandes beneficios a pesar de no tener liquidez. Y las cajas por su parte desperdiciando dinero en eso que llaman obra social, que de social -salvo honrosas excepciones- no tiene nada.

La otra cuestión es ¿como pueden operar los bancos sin la mercancía (dinero) que es el objeto su negocio? Pues de momento han cerrado el crédito a todas las PYMES, autónomos y particulares. ¿Y las cajas? pues han hecho lo mismo que los bancos, pero al contar con un amo que las vigile están todas arruinadas -salvo aquellas que tenían el riesgo bien diversificado- en espera de “verlas pasar” o que “papa estado” les inyecte liquidez.

¿Y ustedes que opinan? ¿Volveremos atener otra década como la de los 90 con precios estables?

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